Tachè dias (como tantas otras veces), y me llevè la frutilla del postre. Ni mas ni menos que conocer a Piti, una de las cosas màs lindas que me pasò . Se podrìa decir que fuè cosa del destino, regalo de cumple años adelantado, sueño hecho realidad, pero ¿para què? Si las palabras sobran :) .
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